Revelar el alma por medio de la palabra. Revelar el mayor de los secretos: ¿quiénes somos? Conocer la esencia del alma.
«La luz siempre será la luz». Y siempre nos identificábamos. Lo leíamos una y otra vez, en muchas situaciones o solo por placer.
No siempre se pueden explicar los detalles. No sabíamos nada detrás de las palabras pronunciadas… pero luego los secretos comenzaron a salir, solos. Miles de nombres del Creador escondidos.
La frase en hebreo del libro de Ester: «Maldito sea Hamán y bendito Mordejai», posee la misma numeración: 502. Y esta frase esconde el gran secreto para la humanidad: «retornar» a Dios (TESHUVÁ, תשובה) y a sus orígenes.
El retorno muchas veces llega después de una gran tormenta. Circunstancias inexplicables, un camino con errores que nos hace rendirnos ante el Amo del Universo… y luego…
Lo llegamos a percibir. Todo esto se convierte en Luz, en una buena acción (MITZVÁ, מצוה). El mal se invierte para bien.
Fue el alma quien siempre estuvo atenta y se fue puliendo. Llamaba nuestra atención para percibir esa luz de los secretos detrás de los textos.
Ahora nuestro destino cambia. Todo se torna en bien, en méritos. Pasamos del miedo al amor, llevándolo a la conciencia global.
Leer las otras historias:
Los secretos de Ester: Parte I
Los secretos de Ester: Parte II
Los secretos de Ester: Parte III
Los secretos de Ester: Parte IV
Los secretos de Ester: Parte V
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Dibujo: Freepik
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