¡Sí! Se usó el habla para crear el mundo. ¡Sí! Se creó… pero antes pasó algo…
¡Sí! Antes hubo una especie de consciencia suprema, de intentos… ¡Sí! Antes de la luz, hubo reflexión…
Primero se creó un mundo de pensamiento, de allí emanaron las ideas… Luego, los pensamientos bajaron para concretar EL HOGAR.
Así inició todo… desde el pensamiento… Y esto es lo que nos conecta en Shabat, el séptimo día. Meditamos, disfrutamos, contemplamos.
Es ese grande y expresivo acercamiento a la inteligencia, al silencio, a Él, al deleite.
Luego regresamos a los seis días, pero nos llevamos el gran secreto de la salud integral: la imaginación, la exploración, la creatividad.
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Dibujo: Freepik
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