El agua comenzó a caer en línea… muy recta. Iniciamos a cantar, o al menos a lanzar sonidos. Cada línea atrapaba las letras, emitiendo con ellas algo como ondas… hasta caer en la boca del estómago de los amantes, de los corazones apasionados del mundo.
Ella empujaba destellos como cataratas, y nosotros, lanzábamos destellos de una palabra aún no definida, solo sabemos que nos tocaba el corazón. Un grado de elevación, extraño. Arriba y abajo… como expansión de luz. Algo que no podíamos detener. Pasión.
Tal vez no usamos las más elocuentes palabras, o tal vez no somos de esos escritores que saben cómo usar las letras, pero de algo sí estamos seguros, sabemos sentir y hacer sentir, porque de eso no podemos escapar. Es como si estuviéramos compuestos por aquello que nadie ha podido definir, de eso abstracto que solo recorre el ser. Creemos que tú también nos entiendes. O lo entenderás.
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Dibujo: Freepik
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