ADN Energético

Todo tan nuestro


No nos escribíamos porque las palabras disminuían, o al menos no nos escribíamos de la forma habitual… pero estábamos respirando… y allí… hablando…

Estábamos creando nuestro propio alfabeto que hacía y hace suspirar al Universo, con sus miles de conexiones invisibles y vehementes.

Nos visitábamos por las rejillas de los sueños o llegábamos únicamente a través de habitantes. Nos decían lo que era y como era, pero en realidad éramos ambos comunicándonos… sintiendo.

A veces la visita era personal, muy privada, casi transparente. Solo así sabíamos que era todo tan nuestro y a la vez tan natural.

Que con esa misma luz esmeralda que vimos ayer en la escena, nos dibujábamos pensamientos. Nos llamábamos. Llorábamos esperándonos.

¿Dónde estamos? La costumbre no puede quedarse con nosotros. El tiempo es nuestro.

¿Vernos y hablar en directo? Eso sí puede quedarse eternamente. Hay mucho por contarnos… ¡Vamos! Nos invitamos.

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Dibujo: Freepik
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