Yo ya lo acepté, pero siento un proceso solitario en el que soy líder y aprendiz de mi mismo.
El rugir de los fantasmas se plasman como realidades, aunque sea solo una fantasía…o mejor dicho…mi fantasía.
En el camino he acompañado mi propia vida, buscando un mínimo de credibilidad ante mi coherencia.
Algunos lo creen y sienten (incluyéndome) y otros aseguran y acentúan el CREO, PERO NO ES CIERTO.
Aún lo creo, pero ahora pienso “no es cierto”. Sin embargo, quiero que ese “no cierto” se vuelva realidad en mí para quitar el “creo y siento”.
Lo más tedioso es no hallar el cómo, porque a pesar de mi creatividad cotidiana, he agotado las opciones innovadoras. Se debilitó mi creatividad…aunque no la fe.
Quiero únicamente un norte, sobre todo con tranquilidad eterna. Quiero ya acabar con eso y sentir la verdadera vitalidad y fortaleza.
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