ADN Energético

El mesero


Es de noche. Es normal. De pronto llegas a un restaurante. Te atienden con una gran sonrisa y agradecimiento.

Esperas tu platillo… y cuando llega a la mesa… posiblemente ya sabes lo que te dirá el mesero:

—¡Buen provecho!

Pero… ¡No!… No es un «buen provecho». Te sorprendes un poco… Escuchas algo muy nítido:

—TE DESEO LO MEJOR…

¿Quién dice eso antes de cenar? ¿Qué mesero? Bueno… el mesero de hoy…

Esta noche fue diferente. Un lenguaje del corazón.

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